Especiales temáticos: Título del Especial
¿Sigue siendo fascismo el fascismo incompetente? Sobre la ofensiva de extrema derecha en el Capitolio.
Richard Seymour
Traducción: VientoSur
Fuente: Este texto se publicó originalmente en el sitio web de Richard Seymour.
Es probable que la tentativa desesperada de hoy [6 de enero, NDT] por subvertir el orden constitucional liberal fracase, lo que en gran parte refleja el estado inacabado de esta fase del desarrollo del fascismo.
En los últimos años, hemos sido testigos de tentativas especulativas, a incursiones experimentales, que han contribuído a crear las condiciones culturales y organizativas previas a la legitimación de una derecha extraparlamentaria violenta. Por ejemplo, no hay Modi sin Gujarat1/, ni Gujarat sin Ayodhya2/. Se necesita tiempo para desarrollar coaliciones de fuerzas, dentro y fuera del Estado, para legitimar toda una cultura de crueldad y de violencia, para erosionar el compromiso de la burguesía con el liberalismo, para desmoralizar a la izquierda y aterrorizar a las minorías.
No estoy afirmando aquí que las energías parcialmente coaguladas del trumpismo, que en las últimas elecciones se ha mostrado que se desarrollan de forma significativa, sean equivalentes al BJP/RSS3/ en su coherencia ideológica, su claridad organizativa y su profundidad social. Este no es el caso. Hago esta analogía para indicar que estamos lejos de la culminación de este tipo de fenómenos.
Esta incursión armada provocada por Trump en el Capitolio de los Estados Unidos, que se suma a los esfuerzos de los senadores republicanos más cercanos a Trump para anular el resultado de las elecciones, no podría haber tenido lugar sin la connivencia de la policía de Washington DC, con algún papel desempeñado por el Departamento de Defensa. Si se hubiera tratado de cualquier otro movimiento de protesta, habrían sido repelidos, y brutalmente, con una violencia desproporcionada al máximo.
Es este mismo Estado quien bombardeó la sede de MOVE4/ y disparó obuses contra el complejo de Waco5/. En cambio, la policía de DC abrió las puertas , permitiendo que la extrema derecha armada irrumpiera en el Capitolio, y se contentó con ver a los manifestantes paseando en busca de electos -¿y luego qué?- Dejaron que la situación degenerara hasta convertirse en un auténtico tiroteo, en el que acabaron disparando a una mujer en el cuello. Pidieron refuerzos a la Guardia Nacional, ante lo cual el Ministerio de Defensa ganó tiempo diciendo que “iban a considerarlo”.
Fue solo después de la violencia que casi ha matado [posteriormente se ha sabido que ha habido cuatro muertos, una tras un tiro de la policía en el interior del Capitolio] cuando la Guardia fue enviada a la escena. El Pentágono, por supuesto, está bajo el liderazgo del ministro interino Christopher Miller después de que su predecesor, Mark Esper, fuera destituido el 9 de noviembre por oponerse a Trump. Esper fue uno de los ex funcionarios del Pentágono que advirtieron sobre un golpe de Estado. Mi hipótesis es, por supuesto, que el Pentágono ha postergado las cosas bajo la presión de Trump, para ofrecer a sus amiguitos una reconstrucción más completa del Putsch de la Cervecería.
La alianza entre la extrema derecha, la policía y una facción del poder ejecutivo se ha consolidado en varias ocasiones por violentas campañas callejeras bajo Trump: en las protestas contra el confinamiento, en la batalla de los grupos armados contra Black Lives Matter (BLM) y en los incendios de Oregón . La dialéctica entre la violencia callejera y la represión autoritaria por parte del Estado contra los enemigos de la derecha ha sido y sigue siendo una parte visible de la estrategia de Trump. Y esta dialéctica de radicalización mutua, tan esencial para el fascismo en su fase de madurez, reforzada por una dosis de histeria anticomunista, ha jugado un papel fundamental en la expansión de la base de Trump en las elecciones de noviembre.
Debe enfatizarse que si los resultados hubieran sido aún más ajustados, las protestas de hoy serían mucho mayores y más peligrosas. Si estas protestas se limitan a miles, no a decenas de miles, es sobre todo por una razón crucial: el resultado de las elecciones fue lo suficientemente fuerte como para desmoralizar a la base de Trump. Si ese no hubiera sido el caso, los desafíos judiciales, complementados con las llamadas telefónicas amenazadoras de Trump y las manifestaciones armadas repentinas, habrían hecho que los disturbios de Brooks Brothers hubieran parecido un picnic.
Este golpe de Estado desesperado será tan fácil de contener como los muchos y vejatorios desafíos legales y políticos de Trump con respecto a los resultados de las elecciones. La derrota de los republicanos en Georgia, probablemente acelerada por la misma intransigencia ideológica que le ha costado la elección nacional, se sumará a la desmoralización de la derecha. La desmoralización es desmovilizadora. Sin embargo, la corriente subyacente de ira, el mito de la traición (“nuestro voto ha sido robado”) y la realidad alternativa elaborada por Trump y ampliamente compartida por los votantes republicanos, serán alimentados en los próximos años por una industria de “désinfodiversión” ( desinfotainment ) de extrema derecha elaborada y hábil.
Los principales sectores de crecimiento, a partir de ahí, serán dos fuerzas: los tiradores “lobos solitarios” y los grupos conspiracionistas armados. Estos últimos –desde el pizzagate al partidario de los QAnon que disparó contra un mafioso6/, al atentado suicida de Nashville (que está vinculado a una teoría de la conspiración sobre el 5G), al farmaceútico que saboteó deliberadamente las vacunas y luego las suministró a los clientes en base a teorías de conspiración anti-vacunas, desde el simulacro de bombardeo bajo la influencia de Infowars hasta las milicias en acción durante los incendios de Oregón y las manifestaciones anti-BLM, están ancladas en la tradición americana.
Se trata de un fascismo inconcluso, fascismo en su fase experimental y especulativa, en el que se forma una coalición de fuerzas populares minoritarias con elementos del ejecutivo y del ala represiva del Estado. Sería terriblemente estúpido, de una complacencia increíble, esperar de la democracia estadounidense que permanezca lo suficientemente estable en los años venideros como para negarle a este naciente fascismo nuevas posibilidades de solidificarse y desarrollarse.
Que no me digan que la burguesía estadounidense nunca apoyará el fascismo porque la democracia liberal funcionaría suficientemente bien. Que no me digan que el fascismo no se afianzará en una sociedad donde la izquierda es débil desde décadas y donde gran parte del movimiento obrero está casi en un estado de muerte clínica. Estos puntos son incuestionables.
El fascismo nunca se desarrolla en primer lugar porque la clase capitalista se movilice detrás suyo. Crece porque atrae alrededor de su núcleo a aquellos que Clara Zetkin ha descrito como “los políticos sin hogar, los desarraigados sociales, los indigentes y los desilusionados”. Y el fascismo naciente ha demostrado, desde India hasta Filipinas, que no necesita un comunismo fuerte para reaccionar: la hipótesis de Ernst Nolte era errónea. Existe una necesidad urgente de un movimiento antifascista en los Estados Unidos.
Traducción: viento sur
Este texto se publicó originalmente en el sitio web de Richard Seymour.
Notas
1/ Estado de la costa oeste de la India, donde el actual Primer Ministro de la India, Narendra Modi, llegó al poder en 2001. Permaneció allí hasta convertirse en Primer Ministro en 2014.(NdT)
2 Ciudad del estado de Gujarat, importante lugar de peregrinaje hindú y objeto de grandes tensiones entre hindúes y musulmanes. Los pogromos anti-musulmanes tuvieron lugar allí en 2002, matando a unas 2.000 personas y prefigurando el tipo de dinámica en la que se basa la política de Modi en la actualidad.NdT)
3/ El partido de NDT Modi, el Bharatiya Janata Party (“Partido indio del pueblo”), y su ala paramilitar, la Rashtriya Swayamsevak Sangh (“Organización Nacional Voluntaria”).
4/ Organización radical negra con sede en Filadelfia, famosa en particular por los métodos utilizados para reprimirla, y especialmente por el lanzamiento de una bomba desde un helicóptero de la policía sobre su sede, que provocó varias víctimas, incluidos niños, y un incendio gigantesco , en 1985. (NdT)
5/ Ciudad de Texas sobre todo conocida por haber sido el lugar de un asalto mortífero del FBI a una comunidad sectaria. (NdT)
6 Anthony Comello. (NdT)
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