Actualidad Internacional: Ecología

¿Qué ocurrió en Sainte-Soline? Observación de la represión policial y de la convergencia de tácticas militantes

28/03/2023

Felix Blanquet

Militante ecosocialista del NPA, YouthForClimate. Estudiante, vigilante en un instituto. Francia.

Fuente: poderpopular.info

El pasado 25 de marzo, había una movilización internacional en Francia: la movilización contra las megacuevas en la aldea de Sainte-Soline. Estaba yo dentro del cortejo del Nuevo Partido Anticapitalista (NPA).

Primero: ¿Qué es una megacueva? Según el sitio web de “Bassines Non-Merci” [1] https://bassinesnonmerci.fr/index.php/les-bassines-cest-quoi/(una de las organizaciones que preparan las distintas movilizaciones), una megacueva permite almacenar agua para irrigar los campos. La de Sainte Soline ocupa 16 hectáreas sobre el terreno, una capacidad de 720.000 m3 de agua, diques de 8 m de altura, 18 km de tuberías para conducir el agua bombeada a 6 puntos de captación. Peor, el agua que van a almacenar no es agua de lluvia, sino el agua de las capas freáticas. Su llenado requerirá 43 días consecutivos, con bombeo 24 horas al día, 7 días a la semana… ¡Todo esto para sólo 12 granjas conectadas y financiado con un 70% de dinero público!

Este proyecto se desarrolla en un momento de alta sequía, que deseca las reservas de las capas freáticas y que el acceso al agua potable se hace con camión-cisterna y botellas en varias provincias del país. La ley sobre el acceso al agua jerarquizó tres prioridades: primero, el acceso al agua potable, segundo, la preservación de los hábitats y tercero, el uso por motivos económicos. Observamos que la tercera prioridad se convirtió en segunda…

Así, lxs habitantes se organizaron y multitudes de organizaciones se juntaron a la lucha contra el proyecto: sindicatos (la Confederación Campesina, la CGT, la FSU…), ONGs (La Liga de los Derechos Humanos, Extinction Rebellion, Las Sublevaciones de la Tierra…) y partidos políticos (NPA, La Francia Insumisa, Europa Ecología Los Verdes…). Una primera manifestación se organizó el pasado octubre de 2022 y lxs activistas adoptaron distintas estrategias: manifestación pacífica, sabotajes y enfrentamiento con la policía. Sin embargo, cada una complementaba a la otra y permitió desbordar el sistema policial. La misma tarde, el ministro del Interior, Gerald Darmanin, dijo que lxs manifestantes eran “eco-terroristas”. La consecuencia fue que la participación a las acciones de los 24, 25 y 26 de marzo se encontró prohibida.

Las autoridades querían ya prohibir el acceso al sitio de campamento en un campo a unos 15 km de Sainte-Soline. Bloquearon a los tractores en las vías de circulación. La respuesta fue simple: salimos de la carretera y cruzaremos los campos[2] https://twitter.com/ConfPaysanne/status/1639345315340857345. Otrxs manifestantes ocuparon los carriles[3]https://twitter.com/BassinesNon/status/1639319871400837121. Consiguieron acceder todxs al sitio de campamento[4]https://twitter.com/BassinesNon/status/1639564149830057989. 10.000 personas preparadas para acoger a las 20.000 otras que llegarán el día siguiente.

El 25 de marzo, lxs manifestantes acuden de toda Francia, pero también de Brasil, Italia o Chile. Hay tres manifestaciones: una más oficial, con organizaciones políticas y no violenta y dos más “ofensivas”. Éramos 30.000. La policía cambió de estrategia: en octubre, intentó impedir el acceso a la mega cuenca de Sainte-Soline y se encontró desbordada en los campos. Esta vez, dejaron la manifestación ir hasta la Mega Cuenca, rodeándola gracias a 3000 guardias civiles, coches, furgones policiales, un tanque y cañones de agua. Cuatro helicópteros sobrevolaban la zona. Todo esto para… proteger un hueco. Cuando finalmente llegamos al alrededor de la mega-cuenca, estuvimos acogidxs por guardía civil sobre quads que se preparaban para rodear el cortejo principal, donde se encontraban las organizaciones políticas, mayores, niñxs… Donde estaba yo. Intentaré explicarlo todo, a veces serán testimonios que pude apuntar, a veces serán mi experiencia propia. Participaba al servicio de orden de mi partido y, cuando vi los quads aproximarse, tuve miedo. No creo que era el único. Vi que se acercaban y yo me estaba preguntando: “No sé qué hacer frente a este tipo de carga, ¿qué vamos a hacer?”. Las lacrimógenas estaban ya preparadas, unas en el suelo como si nos dijeran “bienvenidxs”. Ni habíamos atacado, tampoco mostrábamos cualquier signo de violencia hacia la policía. Pero recordaba que había empezado a ver una de las otras manifestaciones, que se llamaba “la nutria amarilla” creo, andar hacia la cuenca también. La vieron también los quads. Se alejan, van a por ellxs. Primera ida de la guardia civil, la rechaza la manifestación ofensiva. Segunda ida, idem. Tercera ida, la guardia civil abandona. Al mismo tiempo, la manifestación en la que estuve yo sigue avanzando, viendo las lacrimógenas disparadas, las respuestas de la “nutria amarilla”, y los ruidos de explosiones que no cesan.

Mientras los enfrentamientos continúan, nuestra manifestación rodea la megacuenca. Formamos lineas, rodeamos el sitio[5]https://twitter.com/BassinesNon/status/1639564149830057989. Somos muchxs. Las fuerzas de represión también. Con lxs compañerxs del servicio del orden, cruzamos nuestros brazos, protegemos el cortejo, y lxs compas detrás nos apoyan y nos sostienen tomando nuestras bolsas o abrigos. Ya tenemos las mascarillas, el suero fisiológico en los bolsillos. Un camarada canta en el megáfono, respondemos. El compa que se ocupa de la organización nos dice “¿Estáis preparadxs? ¿Sabéis todxs lo que va ocurrir?”. Sí lo sabemos, pero nadie quiere regresar. Luchamos para un bien común, el canto militante “No Bassarán” nos ayuda (Cuenca se dice “Bassine” en francés) y lxs camaradas de la “nutria amarilla” siguen peleando mientras llega cada vez más gente por todos los lados.

Y de repente, avanzamos hacia la policía. Toda la línea, al mismo tiempo, se dirige hacia la cuenca, brazos cruzados. Y ya los disparos de granadas lacrimógenas aparecen. Resistimos. Estamos a diez metros de la policía. Seguimos cantando. Las lacrimógenas son cada vez más fuertes, ahora las granadas disparadas se dividen en cinco partes distintas. Pero basta con treinta segundos, un grupo de militantes en negro o azul aparecen y las entierran. Miro la zona de enfrentamientos más duros: ¡la nutria amarilla ha avanzado y hay furgones ardiendo! [6]https://twitter.com/BassinesNon/status/1639564149830057989 Sigo estando en primera línea, miro a mi alrededor, todo el mundo está llorando y tosiendo, pero cantando con energía “¡No Bassarán! ¡No Bassarán! ¡Las cuencas son una falacia. O la eliminamos, o nos mata todxs!”. Militantes detrás de nuestro cortejo empiezan a lanzar piedras, paran a cada disparo de gases, para dejar pasar a los grupos que entierran las granadas. Siento que he recibido un mensaje. Sé que es mi madre, que tiene miedo, ella sabe donde estoy y supongo que está mirando la televisión. Contestaré cuando pueda. Justo después, veo una granada naranja clavarse a un metro de mi compañero del servicio de orden y yo. Sin mirarnos, sabemos lo que es: una granada aturdidora. Fue uno de esos momentos, cuando sabes que va a explotar. Lo esperas, va a ocurrir, un segundo de eternidad aterradora y de brevedad escalofriante al mismo tiempo. Explosión.

El soplo nos tira al suelo mi compañero y yo. Las compas de detrás no pensaban que iba a ser tan fuerte. Nos levantamos, y tomamos de nuevo la posición, aunque no oímos nada por culpa de la granada. Todo el mundo nos pregunta si estamos bien. Miro a mi derecha, un tercer furgón está ardiendo. La nutria amarilla está colocada a la línea de coches policiales. Compañerxs de detrás toman el relevo en primera línea. Hace algo como cuarenta minutos que estamos en los gases, tengo dificultades para mantener los ojos abiertos y me duele la garganta. Tengo que retroceder un poco para respirar y tomar mi primer dosis de suero fisiológico, ya que si carga la policía, no la podré ver venir y seré un peligro para el cortejo. Disfruto del momento para contestar a mi madre, mintiendo, “no te preocupes, estoy lejos de la zona de peligro, estoy entero”. Cuando estoy vidente de nuevo, vuelvo al cortejo y me da cuenta de dos cosas: el NPA está solo frente a la policía, todxs lxs manifestantes “pacíficxs” se han ido. Solo queda nuestro cortejo, que canta cada vez más fuerte, y lxs militantes organizadxs, “profesionales del desorden” como dice Darmanin. La segunda cosa que constato, es que no oímos cualquier sirena de ambulancia. Descubriremos luego que lxs “street-medics” habían organizado un campo de fortuna para juntar lxs heridxs. Lxs representantes elegidxs tenían que hacer otra línea para impedir a la policía en quad disparar gases dentro de éste[7]https://twitter.com/realmarcel1/status/1640136795714211840. Y, sobre todo, la policía prohibió a los servicios de emergencia venir a curar lxs heridxs.

Una hora después del comienzo de los enfrentamientos, nos alejamos, todo el mundo grita “¡pausa merienda!”. Mantenemos un punto fijo con el NPA y otras personas para proteger heridxs, y esperar la llegada de los servicios de emergencia. Habrán otros disparos de granadas, pero el acto ha acabado. Estamos cansadxs, casi no oímos nada por culpa de las aturdidoras, un compañero ha recibido un fragmento de granada en el cuero cabelludo, todo el mundo llora. Pero estamos contentxs, logramos mantener la posición una hora a 10 metros de la policía, rodeado de gases, de granadas de desarme y aturdidoras.

¿Cuál es el balance que podemos hacer de este día? Primero, nuestra victoria. Logramos ser 30.000 personas para denunciar un proyecto ecocida, durante un movimiento social para defender las pensiones. Logramos mostrar nuestra determinación para defender los bienes comunes de la biosfera, aquí, el agua. Segundo, pudimos mostrar la brutalidad policial de un gobierno impopular y de un estado al borde del desmayo. Todo esto para defender un hueco. Un puto hueco de 16 hectáreas, hecho para alimentar un sistema capitalista voraz. 200 heridxs. Decenas gravemente. Una persona entre la vida y la muerte. Militantes del día a día, que quieren defender algo vital.

 

El cortejo del NPA después de una hora bajo los gases

Así que te pregunto gobierno: ¿Qué protegía la policía? ¿Lxs ciudadanxs o los intereses de la agro-industria?

Para profundizar más: https://www.youtube.com/watch?v=LMJK2YZEa4M&feature=youtu.be Reportaje de “Partager c’est sympa” para las personas que entienden el francés.

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