Actualidad Internacional: Latitudes. África

Crisis y recomposición política en Senegal

26/01/2022

Paul Martial

Militante de la IV Internacional en Francia, editor de Afriques en lutte y corresponsal de International Viewpoint 

Traducción: Marc Casanovas

Fuente: Contretemps.eu

L

as elecciones municipales y departamentales acaban de celebrarse diez meses después de las manifestaciones violentamente reprimidas contra el encarcelamiento del principal opositor Ousmane Sonko. Los resultados confirman la victoria de su coalición electoral en la mayoría de las grandes ciudades. Más allá de la actualidad inmediata, lo que está en juego es la construcción de una alternativa política creíble al gobierno de Macky Sall y el papel de la izquierda revolucionaria en el proceso de recomposición política que está teniendo lugar ante nuestros ojos.

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La conflagración

La detención del principal opositor, Ousmane Sonko, acusado de violación, desencadenó enormes manifestaciones que fueron brutalmente reprimidas. El caso comenzó con una denuncia por violaciónes reiteradas y amenazas de muerte. Sonko niega las acusaciones y habla de una maquinación montada por el gobierno. Tras el levantamiento de su inmunidad parlamentaria, Ousmane Sonko evocó el derecho a la resistencia e hizo un llamamiento al pueblo senegalés.

Tras la mediación de organizaciones de la sociedad civil y marabinos, Sonko aceptó comparecer ante el juez de instrucción el 3 de marzo de 2020. Fue acompañado por una gran multitud con algunos disturbios. Cuando llegó a la casa del juez, fue inmediatamente detenido acusado de participar en una manifestación no declarada y de alterar el orden público.

Esta detención, que no estaba relacionada con la denuncia inicial, hizo arder a Senegal durante cinco días, del 3 al 8 de marzo. En todas las grandes ciudades del país se celebraron concentraciones, reprimidas violentamente por la policía, que no dudó en disparar munición real contra los manifestantes. Se registraron 14 muertes, entre ellas la de un niño de 12 años. Hay que destacar dos hechos nuevos y preocupantes: la presencia de civiles, sin ningún signo distintivo, armados con porras y a veces con armas de fuego, junto a la policía durante la represión y el corte de Internet, dejando al país aislado del resto del mundo.

El anuncio de la liberación de Sonko ha eliminado la presión. Ahora está bajo supervisión judicial. Cuando salió de la cárcel, pidió el apaciguamiento manteniendo una consigna de vigilancia.

Violencia política ocasional pero real

La mayoría de los comentaristas han señalado que este brote de violencia es inusual en este país de África Occidental. Senegal es alabado por su democracia, su capacidad para gestionar los cambios políticos en el poder como en Cabo Verde y su estabilidad política como en Botsuana.

Si bien es cierto que Senegal se distingue de la mayoría de los países africanos por el respeto al voto y a la democracia, existe una deriva autoritaria por parte del gobierno de Macky Sall. Unas semanas antes del asunto Sonko, Guy Marius Sagna, un activista radical de izquierdas, fue encarcelado durante un mes, y los activistas del partido de Sonko también fueron detenidos. Al mismo tiempo, se suspendieron las cadenas de televisión porque mostraban las manifestaciones una y otra vez.

Aunque a menor escala que en otros países del continente, la violencia política en Senegal existe desde la independencia en 1960. Detrás del poeta Leopold Senghor, que presidió el destino del país durante 20 años, había un dictador. No dudó en detener a su principal rival, Mamadou Dia, presidente del Consejo, que representaba al ala izquierda del gobierno. Fue detenido con cuatro ministros y pasó más de diez años en prisión. Su liberación se obtuvo en respuesta a la presión de políticos e intelectuales. Según el abogado Babacar Niang, número dos de la Agrupación Nacional Democrática (RND), el partido de Cheikh Anta Diop:

“De marzo de 1962 a octubre de 1975, el tribunal especial bajo el mando de Senghor dictó más de trescientos años de prisión, más de doscientos años de trabajos forzados, varias condenas a cadena perpetua, incluyendo dos condenas a muerte que fueron ejecutadas”[1]https://fr.allafrica.com/stories/200808280547.html.

Omar Blondin-Diop, joven activista maoísta encarcelado en 1973 por terrorismo, fue encontrado muerto en su celda. El asesinato fue disfrazado como un suicidio. La represión de los independentistas por parte del sucesor de Senghor, Abdou Diouf, provocó una guerra latente entre los combatientes del Movimiento de Fuerzas Democráticas de Casamance (MFDC) y el ejército senegalés, culpable de numerosos abusos. Más recientemente, la represión de las manifestaciones contra el tercer mandato de Abdoulaye Wade provocó la muerte de una docena de personas. Además, algunos morabitos han creado milicias violentas que a veces se ponen a disposición de los candidatos[2]Ndao, A. (2016). La informalización de la violencia física legítima: Senegal en la prueba de las milicias islámicas. Lien social et Politiques, (76), 96-113. p.103.

Esta política represiva y autoritaria del gobierno de Macky Sall responde a una crisis de legitimidad, vinculada en particular al hecho de que una gran parte de los jóvenes sufre todo el peso de las políticas neoliberales y cuestiona al personal político en el poder.

Crisis social y política

Esta conflagración en Senegal también está relacionada con el malestar de la población. Es cierto que Macky Sall puede presumir de buenos resultados económicos en términos de crecimiento. Pero este crecimiento ha dejado en el camino a una gran parte de la población. Las cifras hablan por sí solas: el 38% de los senegaleses viven con menos de 1,90 dólares al día, la tasa de alfabetización de los adultos es inferior al 52%, la proporción de la población urbana que vive en chabolas es superior al 39% y el 90% de la población urbana trabaja en el sector informal. Estas estadísticas sitúan a Senegal en el puesto 166 del Índice de Desarrollo Humano de un total de 189 países[3]https://www.tresor.economie.gouv.fr/Pays/SN/indicateurs-et-conjoncture.

 Esta situación se ha deteriorado considerablemente con la crisis sanitaria del covid-19. De la noche a la mañana, importantes sectores de actividad como el turismo, la hostelería, la artesanía, el transporte, los mercados, etc., cerrarán o se ralentizarán considerablemente, afectando a los puestos de trabajo y a los recursos. Las condiciones de vida están empeorando mucho para los más pobres. Sobre todo porque el toque de queda implantado en las grandes ciudades ha penalizado los trabajos nocturnos, como los taxis, la venta de rosquillas, los “petit gargotes”, etc., que son fuentes de ingresos y proporcionan miles de puestos de trabajo, especialmente para las mujeres. Las pocas medidas sociales adoptadas por el gobierno no han estado a la altura de la dramática situación social de la población.

Esta crisis ha afectado mucho a los jóvenes. Muchos de los manifestantes eran jóvenes licenciados que no encontraban trabajo o sólo trabajos precarios que no les permitían vivir decentemente. Las oleadas de emigración a los países occidentales revelan este malestar.

Corrupción a todos los niveles

Esta crisis social se une a las denuncias de corrupción de las élites, especialmente de la familia del presidente Macky Sall. En junio de 2019, una investigación de la BBC[4]Senegal: un escándalo de 10.000 millones de dólares – Investigación completa de la BBC Africa eye https://www.youtube.com/watch?v=wqwmxR_QTY8

reveló que el hermano del presidente, Aliou Sall, había aceptado sobornos de una multinacional petrolera para obtener derechos de explotación de petróleo. Aliou Sall se vio obligado a dimitir de la dirección de la Oficina de Depósitos y Consignaciones de Senegal. Se celebró un juicio y, contra todo pronóstico, el juez decano dictaminó el martes 29 de diciembre de 2020 el sobreseimiento de la causa.

Otra personalidad acusada de corrupción, Amadou Mansour Faye, cuñado del presidente y ministro de Desarrollo Comunitario y Equidad Social. Se le acusa de haber recibido de la multinacional Suez cinco camiones de basura para la ciudad de Saint Louis, de la que es alcalde, a cambio del contrato de suministro de agua en Senegal. Sin embargo, el resultado de la licitación demostró que la multinacional era más cara que su competidora, Senegalaise des Eaux[5]https://www.rfi.fr/fr/afrique/20190413-senegal-ex-ministre-mansour-faye-favorise-suez-marche-eau-sde. También se le acusa de malversación en la distribución de kits de solidaridad para el covid-19. Mansour Faye declaró que estaba fuera de lugar, como ministro, responder a la citación de la Oficina Nacional de Lucha contra el Fraude y la Corrupción (OFNAC)[6]https://www.rfi.fr/fr/afrique/20200928-s%C3%A9n%C3%A9gal-covid-le-ministre-tutelle-refuse-s-expliquer-la-gestion-fonds-aide.

Estos hechos impunes, así como las numerosas implantaciones de empresas francesas en el país, contribuyen a hacer de Macky Sall un presidente más preocupado por los intereses de su familia y de Francia que por su propio país. Estas deficiencias también fueron compartidas por Wade, el anterior presidente, especialmente durante su segundo mandato. De hecho, los escándalos de corrupción salpicaron al clan familiar, especialmente a su hijo Karim, así como la deriva autoritaria del poder. Wade había intentado presentarse a un tercer mandato, aunque era inconstitucional. El resultado de la segunda ronda de votaciones fue claro: Macky Sall obtuvo más del 65% de los votos.

Macky Sall ha planteado dudas sobre si él también se presentará a un tercer mandato. Aunque no se ha declarado oficialmente, todos los allegados a su clan que se pronunciaron en contra de esta posibilidad han sido apartados del poder. Esto suscita legítimos temores y sin duda provocará una importante crisis política en el país. Sonko, que se ha convertido en el principal oponente de Macky Sall, ha hecho campaña contra la corrupción en el país y la posibilidad de un tercer mandato.

Sonko, la encarnación de una nueva generación

Su fecha y lugar de nacimiento son dos elementos importantes. Nacido en 1974, representa una nueva generación de políticos, mientras que la mayoría de los líderes de los partidos tienen más de 60 años. Para una gran parte de la población, el 52% de la cual tiene menos de 20 años, la vieja generación ha fracasado. Es sinónimo de promesas electorales olvidadas y de esperanzas traicionadas nada más ser elegidos.

El lugar de nacimiento, Casamance, tiene un significado especial. De hecho, esta región habitada principalmente por los Diolas está geográficamente aislada del país por el enclave gambiano. Al principio de la independencia de Senegal, Senghor había hecho una vaga promesa de autonomía para esta región que, aunque rica en agricultura, sigue marginada en la vida económica y política del país. Durante una manifestación pacífica en diciembre de 1982, los independentistas del Movimiento de Fuerzas Democráticas de Casamance (MFDC) sustituyeron la bandera senegalesa por la de Casamance. Considerado un acto hostil hacia la nación, se llevó a cabo una terrible represión contra los presentes en la manifestación. Este trágico episodio radicalizó y empujó al MDFC a la lucha armada. Tras la muerte de su líder, la organización se fragmentó. Durante el periodo de guerra, el ejército senegalés cometió numerosas violaciones de los derechos humanos. Se han emprendido conversaciones. Pero la multiplicidad de grupos armados dificulta la consecución de un acuerdo de paz que se aplique realmente sobre el terreno. La región también está plagada de violentos contrabandistas que explotan los troncos, provocando un desastre ecológico.

La campaña municipal de febrero de 2022 era una oportunidad para que Sonko convirtiera a Casamance en un bastión electoral al presentarse a la alcaldía de Ziguinchor, la capital regional. Se pronunció a favor de la creación de una moneda local para integrar mejor las actividades informales en la economía de la región. Aunque esta propuesta es discutible, refuerza el sentimiento de pertenencia de la población a una región concreta tras décadas de olvido o incluso estigmatización por parte del gobierno central.

De sindicalista anticorrupción a político antisistema

Sonko realizó la mayor parte de sus estudios en Senegal, en las áreas de derecho y economía. Entró en la administración pública como inspector de Hacienda. Tuvo que luchar por el derecho a fundar un sindicato. En 2016 se presentó una denuncia ante la Organización Internacional del Trabajo para el reconocimiento del Sindicato Autónomo de Agentes Fiscales y Patrimoniales[7]https://www.ilo.org/dyn/normlex/fr/f?p=1000:50002:0::NO:50002:P50002_COMPLAINT_TEXT_ID:3949793. Comenzó a denunciar el fraude fiscal de la élite gubernamental. Su expulsión de la función pública por no respetar el deber de confidencialidad le dio notoriedad. Gracias a este reconocimiento, se lanzó a la arena política fundando su organización, los Patriotas Africanos de Senegal por el Trabajo, la Ética y la Fraternidad, abreviado PASTEF-Les Patriotes.

El programa del partido es pragmático y, como tal, rechaza todos los sistemas que han fracasado:

«PASTEF-LES PATRIOTES, se esfuerza por promover una doctrina pragmática, que no se confunde con ninguna de las ideologías históricamente reconocidas: socialismo, comunismo, liberalismo, etc.»[8]https://pastef.org/presentation-du-parti-pastef/.

Es habitual ver en el continente africano, y más allá, la aparición de figuras de la sociedad civil que entran en la arena política con la etiqueta de «antisistema». Su agenda se aleja de las ideologías a veces asociadas a Occidente en el caso de África, para promover soluciones vinculadas a la autenticidad del país. Es el caso, por ejemplo, de Madagascar con la candidatura presidencial de un conocido cantante, Dama; también en Uganda con el rapero Bobi Wine, que en muchos aspectos tiene un origen similar al de Sonko. Aunque esta tendencia no es específica de África, se refiere a la crisis de las ideologías marcada en particular por los fracasos de los gobiernos poscoloniales, tanto de los experimentos liberales como de los socialistas, que se han dejado llevar por las prácticas estalinistas.

El partido de Ousmane Sonko se define más como un partido nacionalista:

«Sí, queremos merecer el buen nombre de patriotas porque estamos en deuda con nuestro país y pretendemos pagarla»[9]https://pastef.org/appel-aux-patriotes/.

Esta idea de responsabilidad también se encuentra en el programa presidencial del candidato malgache Dama bajo el término «Valimbabena», que hace referencia a una deuda familiar con los padres. Transformó esta noción en una deuda del pueblo con el país. Esta idea de que las generaciones actuales tienen una deuda con las del pasado no es nueva. De hecho, es uno de los fundamentos de la ideología de la solidaridad llevada a cabo por Léon Bourgeois:

«Es la idea de una deuda, causa y medida de la obligación natural y moral, y fundamento suficiente y necesario de la sanción social, la que debe encontrarse, al margen de todas las concepciones y de todos los sistemas filosóficos, en la base de toda especulación sobre las disposiciones sociales.»[10]Bourgeois Léon Solidarity Bibebook edition p. 53

Pero a diferencia del solidarismo de Léon Bourgeois, para quien la deuda de las generaciones está ligada a las generaciones anteriores, el PASTEF hace que el país cargue con la deuda, abriendo el camino a un nacionalismo que será el hilo conductor de todo el programa de este partido.

«La globalización de la economía ha convertido el planeta en un enorme campo de juego en el que las reglas se pueden resumir en una palabra: competitividad. Sólo los mejores en el juego tendrán la oportunidad de adquirir y mantener un alto nivel de vida. Los demás no desaparecerán, pero estarán condenados a sobrevivir en la periferia, como subproductos del sistema capitalista.”[11]https://pastef.org/appel-aux-patriotes/

La idea es sencilla, hay que ser uno de los ganadores de la globalización. A falta de una crítica en términos de economía política, las medidas propuestas no son más que mejoras de lo existente. Un progreso que sólo sería posible gracias a la probidad de los dirigentes. Por lo tanto, los miembros del PASTEF que aspiran al poder deben tener la honestidad como primera cualidad.

La cuestión de la división internacional del trabajo se acaba de mencionar y se resuelve apoyando y desarrollando una burguesía nacional con empresas suficientemente competitivas con la ayuda del Estado. La política económica soberanista pretende liberar a Senegal de las garras de las grandes multinacionales francesas, que podrían ser sustituidas por otras en el marco de la diversificación de las relaciones bilaterales. La idea de la reapropiación de las cadenas de valor por parte del país se propone sin ir acompañada de una crítica y una voluntad de modificar las relaciones sociales.

También se ignora la estructura social altamente jerarquizada del país, que determina el estatus social de un individuo según su nacimiento. Una sociedad basada en el modelo de casta social. Esto no es nuevo, como admite incluso Landing Savané, líder de la izquierda radical en su época:

«De hecho, asumimos que este fenómeno debía ser totalmente ignorado. Nunca hablamos de ello, pero, de hecho, algunos lo aceptamos plenamente.»[12]Mbow Penda. Democracia, derechos humanos y castas en Senegal. En: Journal des africanistes, 2000, tomo 70, fascículo 1-2. L’ombre portée de l’esclavage. Avatars contemporains de … Seguir leyendo

Por supuesto, la cuestión es compleja y ciertamente no puede resolverse en el marco de un programa electoral. Sin embargo, se pueden esbozar algunas vías que muestran la voluntad de no conformarse con esta situación. Con la posibilidad de apoyarse en la Constitución senegalesa, que en su artículo 7 estipula:

«En Senegal, no existe ningún tema o privilegio de lugar de nacimiento, persona o familia.»

Reafirmar la voluntad de avanzar hacia una sociedad verdaderamente igualitaria en materia de derechos. Cabe señalar, y esto es positivo, que ha habido algunos avances en el tema de los derechos de las mujeres y contra la violencia que sufren. Denuncias que corren el riesgo de sufrir falta de credibilidad con la acusación de violación del líder del PASTEF.

La acusación de violación

El 3 de febrero de 2021, Adji Sarr, masajista en un salón de belleza, presentó una denuncia contra Ousmane Sonko por violación en cuatro ocasiones y amenazas de muerte con un arma. Este último impugna enérgicamente las acusaciones formuladas contra él. Por otra parte, admite haber frecuentado varias veces el salón Sweet Massage para aliviar un dolor de espalda recurrente. La presentación del salón en su cuenta de facebook es la siguiente:

«2 hermosas jóvenes diongoma senegalesas con encanto y generosas formas (diongoma senegalesa sexy) para dejarle sin aliento le ofrecen sesiones de relajación inolvidables. Ven a probar las delicias de nuestras sensuales y cariñosas manos de hada que no dejarán ninguna parte de tu cuerpo sin tocar»[13]https://www.facebook.com/Sweet-Massage-1278380202330678/?ref=page_internal.

Estamos de acuerdo en que, para el tratamiento y la curación de la lumbalgia, la ayuda de fisioterapeutas u osteópatas parece más adecuada que la de este tipo de establecimientos. El hecho es que Sonko no ha abandonado su línea de defensa, la de una conspiración creada por el gobierno de turno. En una entrevista del 17 de marzo de 2021[14]https://www.lemonde.fr/afrique/article/2021/03/18/ousmane-sonko-a-gagne-au-senegal-adji-sarr-sort-du-silence-et-reitere-ses-accusations_6073640_3212.html, Adji Sarr mantiene su acusación de que está embarazada y que fue presionada por su empleador para que abortara. Por último, le preguntó a Sonko si estaba dispuesto a jurar sobre el Corán que no había habido relaciones sexuales.

Aunque los poderes fácticos no dudan en montar casos de violación para desacreditar a activistas o periodistas, como es el caso de Marruecos, por ejemplo[15]Bourgy Myriam, Imbach Pauline Apoyo a los presos políticos marroquíes Omar Radi y Souleiman Raissouni, a sus familias y amigos en http://www.europe-solidaire.org/spip.php?article59109, la acusación de la joven no debe ser desestimada ni deslegitimada. Por ello, es inaceptable que algunos de los partidarios de Sonko utilicen las redes sociales para denigrar y escarbar en su pasado para encontrar hipotéticos comportamientos ligeros o «inmorales», como si esto pudiera justificar una agresión sexual.

En cuanto a la justicia senegalesa, con tanto juego político, es incapaz de emitir un juicio sincero. Mucho antes de este caso, un llamamiento de 102 académicos, en su mayoría de derecho, advirtió de la corrupción del sistema judicial:

«¿Qué estado de derecho hay cuando los controles institucionales (parlamento y poder judicial) se despojan, por gratitud y corrupción intelectual, de sus atribuciones?

La consolidación del Estado de Derecho requiere, obviamente, un poder judicial más independiente. En efecto, la transformación del Estado de justicia en Estado político da rienda suelta a ciertas prácticas: la docilidad de los jueces, el seguimiento alimenticio de los esbirros, el entrismo político y el clientelismo, el culto al jefe, etc. La paráfrasis de Jean de la Fontaine habla del estado de la institución judicial en Senegal: «según seas ‘opositor’ o ‘con el poder’, las sentencias judiciales te harán blanco o negro»[16]https://www.seneplus.com/opinions/la-crise-de-letat-de-droit-au-senegal.

La solución podría ser la constitución de una comisión independiente formada por activistas de organizaciones feministas, organizaciones de derechos humanos y personalidades conocidas por su probidad, que pudieran investigar y ayudar a desentrañar este caso. En cualquier caso, este episodio habrá debilitado las luchas feministas y, en particular, contra la violencia de género en Senegal. En este contexto especialmente tenso se celebraron las elecciones municipales, que fueron consideradas por todos como una prueba para el gobierno en el poder.

Las elecciones locales

A estas elecciones municipales y departamentales concurrieron tres grandes coaliciones de partidos políticos. El de la mayoría presidencial Benno Bokk Yakaar (Unión en torno a la misma esperanza) que incluye al partido socialista, Wallu Senegal (Salvar Senegal) formado en torno al Partido Democrático Senegalés (PDS) el partido de Abdoulaye Wade y finalmente Yewwi Askan Wi (liberar al pueblo) formado en torno al PASTEF, la formación del ex alcalde de Dakar Khalifa Sall, que no es elegible, y el PUR (Partido de la Unidad y el Encuentro), organización dirigida por un marabino Serigne Moustapha Sy.

Los resultados son indiscutibles. Es una derrota para la mayoría presidencial Benno Bokk Yakaar, aunque consiga mantener su anclaje en el norte del país. El PDS de Wade registró un descenso. La coalición Yewwi Askan Wi en torno al PASTEF ganó las principales ciudades: Dakar, la capital, Ziguinchor, Thiès y Guédiawaye (suburbio de Dakar). Si estos resultados son un apoyo para las elecciones legislativas que deberían tener lugar en julio de 2022 y para las presidenciales de 2024 no hay nada decidido. La coalición liderada por el PASTEF para las elecciones municipales es heterogénea y nada dice que esta configuración se mantenga para las demás elecciones, especialmente la presidencial, dada la especificidad de esta elección. Además, los estudios demuestran que la «intermediación electoral» que se practica en el país tiene una eficacia diferenciada:

«la población rural, a pesar de su marginación económica, brinda un apoyo inquebrantable y estable al partido dominante. En cambio, en los grandes centros urbanos, estos mecanismos de mediación son menos operativos. Esta observación, que constituye una tendencia importante en la expresión territorial del comportamiento electoral en África, revela una oposición entre un voto urbano de protesta y un voto leal en las zonas periféricas.”[17]Alassane Beye, Gilles Van Hamme La dynamique électorale au Sénégal entre 2000 et 2019 : contribution à l’analyse contextuelle des comportements électoraux » Politique africaine » 2019/3 … Seguir leyendo

Por último, señalemos el fracaso de una de las figuras de la sociedad civil, Fadel Barro, uno de los fundadores de «Y’en a marre» (estoy harto), que se presentó a las elecciones municipales de la ciudad de Kaolack bajo la coalición Jammi Gox Yi (Paz de los Territorios). No tuvo éxito en su intento a pesar de una campaña electoral de ruptura basada en temas muy locales. En estas condiciones, la gran mayoría de los militantes revolucionarios de Senegal iniciaron un proceso de integración en el PASTEF.

La historia particular de la izquierda radical

La izquierda en Senegal tiene una rica historia en la que no podemos entrar aquí. Parece tan singular como inventiva.

Singular, en efecto, por el lugar que And Jëf/Partido Africano para la Democracia y el Socialismo (PADS) ha ocupado en el panorama político senegalés. A principios de los años 90, esta organización revolucionaria era ampliamente mayoritaria en la izquierda senegalesa, superando a las dos organizaciones surgidas del Partido Africano de la Independencia (PAI), que se reclamaban de la ortodoxia comunista, el Partido de la Independencia y el Trabajo (PIT) y la Liga Democrática/Movimiento por el Partido del Trabajo (LD/MPT).

También es única porque And-Jëf/PADS es el resultado de la fusión de cuatro organizaciones. El más importante, And-Jëf/Mouvement Révolutionnaire pour la Démocratie Nouvelle (MRDN), dirigido por Landing Savané, de origen maoísta, se construyó mediante actividades culturales en los barrios pobres[18]Punto de vista internacional de Claude Gabriel N°221 del 3 de febrero de 1992, la Union pour la démocratie populaire (UDP), La Unión por la Democracia Popular (UDP), también una organización maoísta, una escisión de And-Jëf, la Organización Socialista Obrera Trotskista (OST) afiliada al Secretariado Unificado de la IV Internacional, y finalmente el Círculo de Lectores de «Suxxuba», una escisión de la corriente lambertista.

Es bastante raro ver organizaciones que mantienen su referencia programática, maoísta para unos y trotskista para otros, construyendo juntos una organización única sobre la base de tareas inmediatas, y esto durante años. A pesar de tener un eco real en el país, And/jëf/PADS nunca consiguió abrirse paso electoralmente, aunque para una organización de la izquierda radical, los resultados fueron bastante honrosos: en las elecciones legislativas de 1993, el 4,9% de los votantes con 3 elegidos de 120 y en 1998, el 5,0% con 4 elegidos.

Diouf, que había sucedido a Senghor, aplicó con celo los planes de ajuste estructural, que tuvieron un efecto nocivo en la agricultura al eliminar las subvenciones públicas y desmantelar las organizaciones de apoyo al campesinado. Además, el tejido industrial se debilitó en favor de la financiarización econòmica:

«Uno de los efectos más delicados de la política de ajuste habrá sido la compradorización de la economía senegalesa: los industriales se transforman en importadores-comerciantes; los trabajadores expulsados de la industria y de la administración pública (bajas voluntarias), los titulados superiores en paro, son invitados a dedicarse a actividades comerciales»[19]Diouf, Makhtar La crise de l’ajustement Politique africaine N° 45 1992 p.73.

Una sola cuestión se plantea: ¿cómo salir de cuarenta años de poder «socialista»? Se dan todas las condiciones: un régimen en crisis y una población decidida a acabar con este gobierno. La pieza que falta en el rompecabezas es la existencia de una alternativa política creíble. Para resolver esta ecuación, Landing Savané defendió una idea que sería asumida por toda la izquierda senegalesa y que resultaría muy eficaz, al tiempo que marcaría el principio del fin del prometedor experimento de And Jëf/PADS: convencer a Abdoulaye Wade de que se presentara bajo la bandera de una gran coalición.

Nacido en 1926, Wade es «el último gran tribuno africano»[20]Diop Momar Coumba, «Le Sénégal à la croisée des chemins», Politique africaine, 2006/4 (N° 104), p. 103-126. p.110. Abogado, ingresó dos veces en la cárcel, donde le conoció Landing Savané. Es el líder del PDS. En 1976, Senghor autorizó un pluripartidismo parcial para sólo cuatro corrientes políticas: socialista, comunista, conservadora y liberal. Wade representaba esto último. Pero si analizamos su política al margen de la etiqueta, Wade está ciertamente más cerca del populismo. No duda en entrar en conflicto con los países occidentales, por ejemplo negándose a firmar los Acuerdos de Asociación Económica (AAE), que considera, con razón, perjudiciales para Senegal y África[21]http://www1.rfi.fr/actufr/articles/096/article_60079.asp.

Sus discursos están lejos de la «frialdad» y la aparente coherencia de los «tecnócratas». Conocedor del pueblo senegalés y hablando un claro Wolof, el «viejo» (Góor gi) se ha impuesto como el «técnico profesional» de la política que puede organizar el derrocamiento de Abdou Diouf y sus colaboradores»[22]Ibidem p.111.

La campaña presidencial de Wade en el año 2000, bajo el lema «sopi» (cambio), contó con una movilización popular excepcional. Apoyado por una amplia coalición, Wade ganó las elecciones con un 58% en la segunda vuelta. Integró en su gobierno a ministros de partidos de izquierda, pero rápidamente abandonó el programa de la coalición. Cuatro ministros de And Jëf/PADS se incorporaron al gobierno, entre ellos Landing Savané, que aceptó todas las medidas de este gobierno y avaló las peores corrupciones.

La inventiva de esta izquierda fue para bien, la caída del poder de los caciques del PS, y para mal: una participación gubernamental que destruyó el aura de And Jëf/PADS y más generalmente de la izquierda. La participación de estos partidos en el gobierno, y de Jëf/PADS, PIT y LD/MPT durante diferentes periodos de tiempo, estuvo motivada sobre todo por la cuestión que sigue siendo central para la izquierda senegalesa: no aislarse de las masas, ser parte interesada en las movilizaciones, ya sean electorales, sociales o sindicales. Este deseo es obviamente encomiable y evita caer en un enfoque sectario de la lucha política. Al mismo tiempo, puede abrir la puerta a las derivas oportunistas que se han llevado a And Jëf/PADS. Por supuesto, estas derivas no tienen como única fuente la participación del gobierno; se han desarrollado en un contexto político difícil para las organizaciones de izquierda radical.

Esta misma problemática se encuentra en las relaciones entre la izquierda radical y el PASTEF, que ha conseguido dirigir la lucha popular contra el poder de Macky Sall, y la política imperialista de los países ricos, en particular de Francia. su gran fuerza reside en su capacidad de ósmosis con el pueblo.

El proceso de fusión-integración de la izquierda radical en el PASTEF

Una docena de organizaciones acaban de firmar un protocolo de fusión-integración con el PASTEF-Les Patriotes. Entre ellas, una de las más importantes es Yoonu Askan Wi (YAW). Esta organización es una escisión de And Jëf/PADS, que rechazaba la deriva derechista y quería volver a los principios iniciales de este partido. Su ideología está teñida de maoísmo, pero es capaz de trabajar con otras organizaciones, incluso a nivel internacional. Ha participado como invitado en los congresos del Nuevo Partido Anticapitalista en Francia[23]https://www.afriquesenlutte.org/afrique-de-l-ouest/senegal/article/message-de-yoonu-askan-wi-senegal y en febrero de 2011 en Dakar recibió a su portavoz Olivier Besancenot durante uno de sus comités nacionales.

Esta fusión-integración es la culminación de años de luchas conjuntas contra el referéndum de 2016, analizado como un refuerzo del poder presidencial, para las elecciones legislativas de 2017 y las presidenciales de 2019, pero también contra el franco CFA. Este proceso se considera una fusión entre la vieja generación, la de los militantes post68 que construyeron organizaciones en los años 70 y 80, y la generación que aparece en la escena política con la rápida progresión que encarna el PASTEF-Les Patriotes. Esta fusión-integración es vista por Madièye Mbodj, líder de Yoonu Askan Wi, como:

“El fértil paso del testigo, la ósmosis intergeneracional de activistas entregados a la causa del pueblo, las luchas continuas con múltiples temas, están sirviendo actualmente de catalizador para la afirmación de lo que podemos llamar la «nueva izquierda contemporánea». Una directriz de renovación tanto en el pensamiento como en la acción, en la vinculación con las masas, en la toma de posesión de sus preocupaciones y sus luchas. Contemporánea de las fuerzas de las redes sociales interactivas y de la revolución 4.0 en curso ante nuestros ojos; contemporánea de los desafíos vitales de las transiciones demográficas y ecológicas, contemporánea de la emergencia de una ciudadanía global descomplejada, que aboga por otra forma de convivencia en la diversidad, la dignidad, el respeto, la igualdad y la reciprocidad” [24]https://www.afriquesenlutte.org/afrique-de-l-ouest/senegal/article/a-propos-de-la-fusion-dans-pastef-patriotes-africains-du-senegal-pour-le.

Esta voluntad de pasar el testigo es totalmente encomiable y es, además, una prueba de la ausencia de ego por parte de sus dirigentes y de la fetichización del aparato organizativo que suele darse en las prácticas políticas de la izquierda revolucionaria. El hecho es que la cuestión del programa PASTEF-Les Patriotes no tiene en cuenta la necesidad de una transformación radical de la sociedad. Aunque los estatutos incluyen una crítica al capitalismo neoliberal globalizado, el proyecto de sociedad sigue siendo vago con un «programa que hará de Senegal una nación próspera y unida, anclada en los fuertes valores del trabajo y la solidaridad dentro de un África libre y unida, en un mundo mejor»[25]Estatutos del partido PASTEF-Les Patriotes.

La doctrina del partido, todavía en sus estatutos, habla de la cohesión social, la soberanía, la libertad de los ciudadanos, el laicismo, la importancia del papel del Estado en el desarrollo económico y social del país. Las adiciones, tras la fusión, hacen hincapié en el panafricanismo, la solidaridad internacional contra el imperialismo y la crítica al capitalismo globalizado del que Senegal es víctima. El PASTEF-Les Patriotes pretende ser la defensa del pueblo, pero detrás de la palabra «pueblo» están ciertamente los explotados y oprimidos, pero también una parte de la burguesía nacional, como señala Diagne Fodé Roland, uno de los dirigentes de la JOC:

«Pastef (Patriotes du Sénégal pour le Travail, l’Ethique et la Fraternité) reúne a los partidos y movimientos patrióticos y panafricanos que representan a las clases sociales y a los grupos sociales que tienen interés en la soberanía nacional, monetaria, presupuestaria, fiscal, diplomática, de seguridad militar en el marco de una soberanía panafricana.

Estas clases y grupos sociales son la clase media de las PYMES, las PYMES, la burguesía comercial, la burguesía del transporte privado, los artesanos, el campesinado, los ganaderos, los pescadores, los trabajadores del sector informal, los funcionarios y parapúblicos, la intelectualidad, la mayoría de las mujeres trabajadoras, la juventud»[26]https://www.afriquesenlutte.org/afrique-de-l-ouest/senegal/article/senegal-fusion-dans-pastef-une-etape-est-franchie-la-lutte-continue.

Por lo tanto, nos mantenemos dentro de la lógica clásica del maoísmo, construyendo una colaboración de clase entre los explotados y la burguesía nacional, a la que se le asigna un papel progresista contra el imperialismo. Esta visión permite, por tanto, la integración de los partidos de izquierda con esta línea en una organización política nacionalista.

Se podrían repetir los viejos debates entre los partidarios de la revolución democrática popular y los de la revolución permanente en los países dominados, sin que haya mucho nuevo que añadir. También podemos considerar que el programa de una organización política, cuando se establece y participa en el conjunto de las luchas, puede evolucionar favorablemente. Por ejemplo, se defiende la cuestión de los derechos del colectivo LGBT, que desde hace tiempo es objeto de una ofensiva reaccionaria por parte de grupos religiosos y conservadores en Senegal[27]https://www.afriquesenlutte.org/afrique-de-l-ouest/senegal/article/de-quoi-la-vague-de-mobilisations-contre-l-homosexualite-au-senegal-est-elle-le. Los que acaban de incorporarse al PASTEF-Les Patriotes han publicado una entrevista con el sociólogo Charles Gueboguo que explica el papel de la homofobia como desahogo social[28]https://www.afriquesenlutte.org/communiques-luttes-et-debats/livres-etudes-debats/article/l-homosexualite-en-afrique-en-debat.

Si bien las últimas luchas en Senegal han sido contra el imperialismo francés, con las movilizaciones contra el franco CFA que han valido la estancia en prisión de activistas del Front pour une révolution anti-impérialiste populaire et panafricaine (Frapp-France Dégage) y del PASTEF-les Patriotes, están surgiendo otras luchas, como las movilizaciones contra las violaciones iniciadas por feministas senegalesas. La lucha por los derechos de las mujeres tiene una larga historia, especialmente con la histórica organización feminista «Yeewu yewi», como señala la feminista senegalesa Ndèye Fatou Kane:

“Creada en 1984, nació en un contexto senegalés posterior a la independencia en el que las mujeres senegalesas se dieron cuenta de que era el momento de cambiar el paradigma, de endurecer el tono y de posicionarse frente a la sociedad que sólo veía a las mujeres como madres, hermanas y esposas. La fuerza del movimiento Yeewu Yewwi radica en que fue el primero en el panorama senegalés en adoptar un enfoque feminista. Y además de sus acciones sobre el terreno, la redacción de artículos en su revista Fippu sobre las mujeres senegalesas y su futuro en la sociedad, completan la experiencia de Yeewu Yeewi que ha marcado a generaciones de feministas.”[29]https://www.50-50magazine.fr/2020/04/10/ndeye-fatou-kane-je-voudrais-insister-sur-la-pluralite-du-feminisme-en-afrique/

Sin embargo, con la acusación de violación contra Sonko, es probable que la gestión de PASTEF-les Patriotes de las reivindicaciones contra la violencia de género y su trabajo con las organizaciones feministas sea más complicada.

Por último, cabe destacar las movilizaciones contra el acaparamiento de tierras, como en la comuna de Nguéniène, en la región de Mbour, o las tierras del valle del río Senegal amenazadas por las agroindustrias como CSS o Sen huile.

El reto es que el PASTEF-Les Patriotes integre todas estas luchas sociales y sea capaz de llevarlas al primer plano de la escena política.

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1 https://fr.allafrica.com/stories/200808280547.html
2 Ndao, A. (2016). La informalización de la violencia física legítima: Senegal en la prueba de las milicias islámicas. Lien social et Politiques, (76), 96-113. p.103
3 https://www.tresor.economie.gouv.fr/Pays/SN/indicateurs-et-conjoncture
4 Senegal: un escándalo de 10.000 millones de dólares – Investigación completa de la BBC Africa eye https://www.youtube.com/watch?v=wqwmxR_QTY8
5 https://www.rfi.fr/fr/afrique/20190413-senegal-ex-ministre-mansour-faye-favorise-suez-marche-eau-sde
6 https://www.rfi.fr/fr/afrique/20200928-s%C3%A9n%C3%A9gal-covid-le-ministre-tutelle-refuse-s-expliquer-la-gestion-fonds-aide
7 https://www.ilo.org/dyn/normlex/fr/f?p=1000:50002:0::NO:50002:P50002_COMPLAINT_TEXT_ID:3949793
8 https://pastef.org/presentation-du-parti-pastef/
9, 11 https://pastef.org/appel-aux-patriotes/
10 Bourgeois Léon Solidarity Bibebook edition p. 53
12 Mbow Penda. Democracia, derechos humanos y castas en Senegal. En: Journal des africanistes, 2000, tomo 70, fascículo 1-2. L’ombre portée de l’esclavage. Avatars contemporains de l’opression sociale. p. 77
13 https://www.facebook.com/Sweet-Massage-1278380202330678/?ref=page_internal
14 https://www.lemonde.fr/afrique/article/2021/03/18/ousmane-sonko-a-gagne-au-senegal-adji-sarr-sort-du-silence-et-reitere-ses-accusations_6073640_3212.html
15 Bourgy Myriam, Imbach Pauline Apoyo a los presos políticos marroquíes Omar Radi y Souleiman Raissouni, a sus familias y amigos en http://www.europe-solidaire.org/spip.php?article59109
16 https://www.seneplus.com/opinions/la-crise-de-letat-de-droit-au-senegal
17 Alassane Beye, Gilles Van Hamme La dynamique électorale au Sénégal entre 2000 et 2019 : contribution à l’analyse contextuelle des comportements électoraux » Politique africaine » 2019/3 n° 155 | pages 183 à 205 Karthala
18 Punto de vista internacional de Claude Gabriel N°221 del 3 de febrero de 1992
19 Diouf, Makhtar La crise de l’ajustement Politique africaine N° 45 1992 p.73
20 Diop Momar Coumba, «Le Sénégal à la croisée des chemins», Politique africaine, 2006/4 (N° 104), p. 103-126. p.110
21 http://www1.rfi.fr/actufr/articles/096/article_60079.asp
22 Ibidem p.111
23 https://www.afriquesenlutte.org/afrique-de-l-ouest/senegal/article/message-de-yoonu-askan-wi-senegal
24 https://www.afriquesenlutte.org/afrique-de-l-ouest/senegal/article/a-propos-de-la-fusion-dans-pastef-patriotes-africains-du-senegal-pour-le
25 Estatutos del partido PASTEF-Les Patriotes
26 https://www.afriquesenlutte.org/afrique-de-l-ouest/senegal/article/senegal-fusion-dans-pastef-une-etape-est-franchie-la-lutte-continue
27 https://www.afriquesenlutte.org/afrique-de-l-ouest/senegal/article/de-quoi-la-vague-de-mobilisations-contre-l-homosexualite-au-senegal-est-elle-le
28 https://www.afriquesenlutte.org/communiques-luttes-et-debats/livres-etudes-debats/article/l-homosexualite-en-afrique-en-debat
29 https://www.50-50magazine.fr/2020/04/10/ndeye-fatou-kane-je-voudrais-insister-sur-la-pluralite-du-feminisme-en-afrique/
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